El actual escenario económico está acentuando cada vez más la competencia del mercado en los más diversos segmentos. Y para vencer esa crisis, no hay otros ingresos que no sea la elevación de la productividad y consecuente mejora de los resultados.
Es claro que una política económica austera y una gestión estratégica hacen toda la diferencia, pero hay otro factor que es crucial para aprovechar el éxito de las empresas – la motivación de los colaboradores. Se trata de algo que, durante años, fue subyugado y quedó a la sombra de acciones de trabajo orientadas sólo a los resultados.
Muchas empresas sufrieron la falta de resultados sin darse cuenta de un detalle importante: los números son altamente influenciados por la forma en que los empleados se sienten en relación con la carrera, el ambiente de trabajo y sus perspectivas profesionales.
Por eso, lidiar con la motivación de un equipo es fundamental para aumentar la productividad. ¡Compruebe ahora algunos consejos para ayudar al gestor en la construcción de un equipo motivado!
Trabaje la integración
Transmitir la idea de un equipo va mucho más allá de decir que todos trabajan juntos para alcanzar los objetivos. Es necesario trabajar el sentido de colectividad a través de ejercicios que promuevan la integración entre los miembros del equipo.
Permita que ellos ayuden en la disposición de la oficina, en la división de los espacios, en la elaboración de las metas y en la construcción de los procesos. Decide junto con ellos la mejor forma de trabajar y cuál será la metodología adoptada para que el trabajo funcione.
Podemos hacer una analogía con el mundo deportivo: se destacan más los equipos que poseen un conjunto muy bien entrenado que un equipo con algunos destaques individuales.
Despertar el espíritu de equipo es fundamental para conquistar la confianza y dimensionar la importancia de la función de cada uno.
Cobre en la medida correcta
El tema del cobro de resultados es algo delicado. La falta de ella puede dejar el equipo a la deriva, pero el exceso puede dejar el clima insoportable. Por lo tanto, corresponde al gestor la dosificación correcta del cobro.
Aunque la presión venga de arriba, el jefe de equipo necesita utilizar la retroalimentación para mantener un control sobre los resultados, y no sólo para transmitir el cobro de los superiores. Quien cobra también debe saber reconocer.
Conforme los resultados van surgiendo, converse con los miembros del equipo y presente cuáles fueron las diferencias entre las metas propuestas y las alcanzadas. Si el trabajo está muy por debajo de lo esperado, una buena conversación funcionará mejor que una buena bronca.
No dejes que la jerarquía suba a la cabeza
Los cargos superiores demandan actitudes superiores. Muchas veces, el problema de la motivación del equipo es la postura del gestor. La diferencia entre un jefe y un líder motivador está en los detalles de lo cotidiano, y no en posturas autoritarias o inflexibles.
Trabaje junto con los demás y mantenga siempre la puerta abierta para una conversación o sugerencia. Desarrollar talentos también forma parte de las tareas de un buen gestor. Un dimensionamiento de tareas que involucra los intereses y facilidades de cada uno puede resultar en buenos descubrimientos. Si los empleados están realizando tareas en las que rinden bien, la motivación sólo tiende a crecer.
Estos son los principales consejos para ayudar en el crecimiento de la motivación y en los resultados de su equipo.
¡Deje en sus comentarios sus opiniones y estrategias para lidiar con las cuestiones relacionadas con la motivación de su equipo!
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