La gestión de la calidad total es una de las herramientas que su empresa puede utilizar para lograr mejores resultados en todos sus procesos. Está asociada a la famosa ISO 9001 ya la certificación de calidad – que muchas empresas desean obtener. Sin embargo, buena parte de los gestores no está totalmente familiarizada con esta herramienta, envuelta en una serie de mitos.
En este artículo, vamos a aclarar tales mitos con informaciones reales sobre cómo la gestión de la calidad total puede ser implementada y cuáles son sus beneficios. Salida:
«La gestión de la calidad total está superada»
Es verdad que esta herramienta estuvo en mayor evidencia durante la década de 1990. Sin embargo, todavía hoy tiene relevancia e impacto. Lo que observamos es que los principios presentados por la gestión de la calidad total fueron, en cierta forma, absorbidos por la teoría de la administración en general.
En otras palabras, aunque el nombre «gestión de la calidad total» ya no se oye con tanta frecuencia, las acciones que sugiere son bastante familiares para la mayoría de los gestores. Es posible que, incluso sin saberlo, usted está trabajando con algunos aspectos de esta herramienta en su empresa.
«Su implementación es muy difícil»
En realidad, la implementación de la gestión de la calidad total no es difícil, pero compleja. Ella exige un trabajo en diferentes niveles: una mirada externa y, al mismo tiempo, una mirada interna. Es necesario tener una noción clara de lo que el cliente y el mercado demandan, en términos de calidad. En algunos segmentos, esto puede ser muy específico, como el encuadramiento en ciertas normatizaciones; en otros, es completamente subjetivo, y varía de acuerdo con la percepción de calidad de los clientes.
También es necesario ver a los colaboradores, identificando de qué manera el trabajo en equipo, la motivación y la mejora continua pueden ser inculcados en su cultura de trabajo. Estos tres valores son la base de la innovación y la calidad. En otras palabras, la gestión de la mejora continua requiere una transformación profunda en la organización.
«Su implementación es muy burocrática»
Sí, existe burocracia implicada en la implementación de la gestión de la calidad total. Obviamente, hay que registrar y monitorear todo. Los sistemas de control son esenciales para el éxito de esta herramienta, como veremos a continuación.
Sin embargo, esta burocracia no es un desperdicio de recursos: en realidad, permite que su empresa y sus empleados sean más eficientes. Al final de cuentas, la mejora obtenida en calidad evitará retrabajos, agilizar los procesos y aumentar la productividad.
«La gestión de la calidad total no trae resultados tan expresivos»
Si su empresa no está obteniendo excelentes resultados a través de esta herramienta, el motivo puede estar relacionado con la falta de sistemas de control. Estos sistemas permiten evaluar la calidad, esencial para el desarrollo de estrategias de mejora.
Esto implica monitorear, de manera consistente, indicadores relevantes. Algunos ejemplos son: tiempo de respuesta a las quejas, tiempo para el cambio de producto defectuoso, tasas de cancelación de pedidos por falta de inventario y tasa de retraso en la entrega de pedidos.
Otro problema que puede estar llevando a la ineficacia de la gestión de la calidad total es la falta de preparación de los funcionarios. Ellos deben estar apropiadamente entrenados para realizar el control de calidad. Conforme a la situación, su empresa también necesita desarrollar la autonomía de los colaboradores, para que ellos tengan visión e iniciativa para adoptar prácticas que conduzcan a mejoras.
Podemos afirmar que la gestión de la calidad total tiene el potencial para revolucionar el desempeño de una empresa, en todos sus niveles y procesos. Sólo hay que estar dispuesto a realizar cambios igualmente amplios en la filosofía de trabajo del equipo y de la organización como un todo.
¿Usted conoce más algún mito sobre la gestión de la calidad total? ¡Comparta con nosotros en los comentarios!
É sempre positivo para a gestão considerar um conjunto amplo de alternativas gerenciais. O TQM deveria estar dentre essas possibilidades. Muito do sucesso da Toyota se fundamenta nele, tendo sido integrado a conceitos de gestão industrial e de custos.
Apenas uma ressalva ao texto: TQM, TQC ou GQT não são ferramentas.
São conceitos ou, na pior das hipóteses, modelos. Denomina-los de ferramentas reduz sua relevância ao nível de um mero gráfico.
Olá Claudemir,
Agradecemos a colaboração.
Continue nos acompanhando.
Uma ótima matéria para entendermos mais sobre a gestão de qualidade, parabéns.
Que bom que gostou, muito obrigada!